La falta de lluvias en Uruguay desata una crisis hídrica que afecta al sector agropecuario, reaviva el debate sobre la ley de riego de 2017 y obliga a OSE a tomar medidas para asegurar el abastecimiento de agua potable, escasa lluvia y altas temperaturas afectan gravemente al sector agropecuario, con acuíferos aún sin recuperarse de la sequía de 2023.
La ley de riego de 2017 no se ha implementado completamente, dejando al agro sin herramientas para enfrentar la falta de agua, el debate se centra en su ineficacia y la necesidad de una nueva legislación.Los pequeños y medianos productores son los más afectados por la falta de recursos para implementar sistemas de riego, enfrentando altos costos de energía y falta de apoyo estatal, OSE monitorea la situación y evalúa medidas para asegurar el suministro de agua potable, incluyendo la posible reactivación de un trasvase de agua.
Debate sobre soluciones: Se discuten diferentes soluciones, desde la mejora de la ley de riego hasta la implementación de sistemas de riego multiprediales con financiación pública-privada, también se considera la necesidad de repensar el modelo productivo y la gestión del agua.
La escasez de lluvias en Uruguay ha generado una nueva crisis hídrica que afecta principalmente al sector agropecuario, exacerbada por una ola de calor. Los productores, especialmente los pequeños y medianos, carecen de recursos económicos para invertir en sistemas de riego, a pesar de la evidente necesidad.
La ley de riego de 2017, conocida como "ley Aguerre," permanece sin una implementación total, generando un intenso debate sobre su eficacia y la necesidad de una nueva estrategia, la falta de reglamentación, junto con los altos costos de energía para el bombeo de agua, dificulta la adopción de soluciones tecnológicas.
OSE, por su parte, se encuentra monitoreando la situación y tomando medidas para garantizar el suministro de agua potable a la población, sin comprometer las reservas estratégicas.
Sin embargo, los bajos caudales de los ríos y la lenta recuperación de los acuíferos profundos plantean un panorama preocupante, el debate se centra en la necesidad de una planificación integral del recurso hídrico, incluyendo la implementación de sistemas de riego multiprediales con apoyo estatal y la reevaluación de la ley de riego existente.
Además de la falta de agua, la proliferación de cotorras se presenta como una amenaza creciente para los cultivos, generando pérdidas económicas para los productores y destacando la necesidad de un control efectivo de plagas.
La situación resalta la vulnerabilidad del sector agropecuario ante eventos climáticos adversos y la urgencia de implementar políticas públicas que promuevan la eficiencia en el uso del agua y la sostenibilidad del sistema productivo.
Rocha Portal
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