El país Brasileño, se está poniendo muy barato para los uruguayos, la devaluación del Real brasileño ha generado preocupación en la región, ya que esta baja en el valor de la moneda, hace que Brasil resulte más barato para los Uruguayos lo cual podría desviar el consumo hacia la frontera.
El real, se ha depreciado en un 19,09 frente al dólar, en lo que va del año y 7,19 frente al peso uruguayo, lo que afecta de manera significativa a los comercios locales, particularmente en zonas fronterizas como Cerro Largo, donde algunos productos en Brasil están a un 50% más baratos esta situación, ha despertado temores de un incremento en el turismo hacia Brasil y en el contrabando, especialmente en departamentos uruguayos, con tasas de desempleo altas como Artigas, Rivera y Rocha.
La victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses provocó un fortalecimiento del índice del dólar, lo que contribuyó a la devaluación de las monedas emergentes, entre ellos el real fue el más afectado y en ese contexto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva llamó a derrotar la "codicia especulativa" de los mercados financieros.
Las monedas de los países emergentes más devaluadas este lunes son el peso mexicano -1,8%, el real brasileño (-1,2%) y el peso chileno (-1,2%). Mientras tanto, entre los más fuertes, el euro se depreció un 0,6%, hasta 1,065 dólares por euro, su peor nivel desde el 23 de abril, en lo que va de año, el dólar ha subido un 19% en Brasil o, dicho de otro modo, el real ha sufrido una erosión del 16%.
En este contexto, el presidente brasileño Lula da Silva prometió, en una entrevista difundida este domingo por la noche, pedir la derrota de la “codicia especulativa” de los mercados financieros e instó al Congreso a dar ejemplo recortando gastos, mientras el Gobierno prepara nuevas medidas fiscales.
El regulador, monetario brasileño también destaca la necesidad de reformas fiscales para mejorar las previsiones de inflación y en algún momento permitir recortes de tipos en el futuro.
Las discusiones sobre las medidas, que apuntan a dar sostenibilidad al marco fiscal y la deuda pública, se intensificaron después de la segunda vuelta de las elecciones municipales, pero el presidente aún no ha soltado el martillo.
Entre los cambios evaluados por el gobierno están el seguro de desempleo y los bonos salariales, gastos que más crecen después del Seguro Social y el Beneficio de Pago Continuo (BPC).
El petista aprovechó el sábado y el domingo para analizar las propuestas sobre la mesa y escuchar a otros asesores, según los miembros del gobierno que participan en las conversaciones, no hay ningún punto específico que dificulte alcanzar un resultado para el anuncio de los recortes, sino la complejidad del paquete en sí y sus implicaciones políticas y económicas.
La semana pasada hubo horas de debate entre Lula, el equipo económico y los ministros de las áreas sociales, quiénes deberían verse afectados. Incluso hubo algunos enfrentamientos, como entre el Ministro de Trabajo, Luiz Marinho, y el Ministro de Finanzas. Marinho ya dijo que dejaría su cargo si el gobierno cambiara el bono salarial y el seguro de desempleo.
En el caso del seguro de desempleo, una de las ideas es endurecer un poco más las reglas de acceso, limitar el número de cuotas -que varían entre tres y cinco pagos-, en función de la antigüedad en el servicio y también fijar los ingresos como criterio de elegibilidad de hasta dos salarios mínimos esta política tiene un coste previsto de 57 mil millones el próximo año.
Para el bono, que es una especie de decimocuarto salario que se paga a quienes reciben hasta dos salarios mínimos, la propuesta más poderosa en este momento es reducir los criterios de elegibilidad a un salario mínimo y medio esta propuesta también incluye la extinción del bono salarial en el tiempo pero con un periodo significativamente ampliado.
Uno de los argumentos es que esta política está mal enfocada porque beneficia a los trabajadores con contrato formal, siendo la mitad de la fuerza laboral informal y el bono costará alrededor de 30 mil millones el próximo año.
Uno de los puntos sobre los que aún no hay decisión es si habrá un cambio en los pisos de salud y educación, hoy están indexados a los ingresos y la posibilidad en debate es limitar el crecimiento de estos gastos a las mismas tasas que en el marco fiscal es decir un máximo de un 2,5% por encima de la inflación.
De adoptarse esta medida, el discurso que prepara el Gobierno es que no se trata de recortes, sino de adaptar los gastos al marco, hay mayor resistencia de Lula en relación a la desindexación de las prestaciones de la seguridad social al valor del salario mínimo, en las reuniones también se discutió una limitación al crecimiento del salario mínimo dentro del marco fiscal, hasta un 2,5% por encima de la inflación, además también se recomendó al presidente que anunciara conjuntamente algunas medidas de reducción de subvenciones lo que aumentaría los ingresos.
Antes de anunciar las medidas, existe la intención de presentar el paquete a los presidentes del Senado, Rodrigo Pacheco, y de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, el plan es aprobar una Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) y un proyecto de ley para contener el crecimiento de los gastos y cumplir con el marco fiscal.
Rocha Portal.
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