El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló este viernes (8) un complot de asesinato del gobierno iraní contra el presidente electo Donald Trump, un presunto agente del gobierno iraní le dijo al FBI que un contacto de la Guardia Revolucionaria de Irán le había ordenado que estableciera un plan en septiembre para monitorear y asesinar a Trump. Shakeri, que ha pasado tiempo en prisiones estadounidenses por robo, según las autoridades, mantiene una red de socios criminales reclutados por Teherán para vigilancia y complots de asesinato a sueldo.
Afirmó que un funcionario iraní enfatizó la inversión financiera en el plan de asesinato, diciendo que ya habían gastado mucho dinero o que "el dinero no es un problema", el funcionario también afirmó que si no fuera posible ejecutar a Trump en siete Días, el plan podría suspenderse hasta después de las elecciones, creyendo que sería más fácil atacar al republicano si perdiera.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmail Baghaei, negó las acusaciones y las calificó de complot respaldado por Israel para dañar las relaciones entre Estados Unidos e Irán. Shakeri, actualmente en Irán, también recibió instrucciones de planificar ataques contra ciudadanos judíos estadounidenses y turistas israelíes en Sri Lanka, según registros del FBI.
Según la denuncia, aunque las autoridades determinaron que parte de la información que proporcionó era falsa, se descubrió que sus declaraciones sobre un complot para matar a Trump y la disposición de Irán a pagar grandes sumas de dinero eran ciertas.
Además, agentes iraníes llevaron a cabo un ciberataque y filtraron correos electrónicos de aliados de la campaña de Trump, con el objetivo de interferir en las elecciones y debilitar su candidatura, los analistas de inteligencia creen que Irán se opuso firmemente a la reelección del republicano, considerando a Trump más proclive a intensificar los conflictos con Teherán, durante su administración Donald Trump puso fin al acuerdo nuclear con Irán restableció las sanciones económicas y autorizó la muerte del general iraní Qassem Soleimani, acción que llevó a los líderes iraníes a prometer venganza.
El portavoz de Trump, Steven Cheung, informó que el presidente electo estaba al tanto del complot y aseguró que nada le impedirá “regresar a la Casa Blanca y restaurar la paz mundial”, bajo la promesa de 100.000 dólares, Shakeri supuestamente reclutó a los otros dos acusados en una red de delincuentes.
Emigró a Estados Unidos cuando era niño y fue deportado alrededor de 2008 después de cumplir una condena de 14 años por robo. En prisión, Shakeri conoció a Rivera y Loadhoalt. Trump fue atacado durante un mitin en la ciudad de Butler, en el estado de Pensilvania, el pasado 13 de julio.
Dos meses después, el 15 de septiembre, un hombre fue arrestado tras apuntar con un rifle al republicano mientras jugaba golf en su club privado de West Palm Beach. Los dos incidentes no estarían vinculados al plan descubierto. Esto se debe a que Shakeri habría recibido órdenes de matar a Trump en el plazo de una semana, antes del 24 de octubre.
Según el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, es una organización terrorista que ha conspirado con criminales y asesinos para atacar y eliminar a los estadounidenses en Estados Unidos. "Esto no será tolerado. Gracias al arduo trabajo del FBI, sus planes mortales han sido detenidos.
Estamos comprometidos a utilizar todos los recursos del FBI para proteger a nuestros ciudadanos de Irán o cualquier otro adversario que tenga como objetivo a los estadounidenses", añadió.
En un vídeo difundido en la red social X, Masih Alinejad dijo que estaba en Berlín, para una ceremonia de conmemoración del 35º aniversario de la caída del Muro de Berlín, cuando recibió una llamada del FBI. "Me dijeron que habían arrestado a dos individuos, contratados por el régimen iraní, para matarme y asesinar al presidente Trump. Estos tipos vinieron a mi casa para matarme. Me habían invitado a la Universidad de Fairfield, donde iba a dar un sermón y el FBI me recomendó que no fuera. No me dijeron por qué, pero admitieron una amenaza inminente", relató. "Ahora sé por qué no pude ir a la universidad. Estoy en shock. Conozco la naturaleza de la República Islámica. Mata a cualquiera que se oponga o critique su ideología".
Para Majid Rafizadeh, politólogo iraní-estadounidense y experto en Medio Oriente de la Universidad de Harvard, el hecho de que el Departamento de Justicia hiciera denuncias públicas sobre un supuesto complot iraní para asesinar al presidente electo señalaría una grave violación diplomática y de seguridad. "Esto sugiere que Irán puede estar dispuesto a tomar medidas drásticas para influir o responder a la política exterior de Estados Unidos.
Es probable que una denuncia así atraiga un intenso escrutinio público y político, especialmente dada la naturaleza de alto perfil del objetivo y las implicaciones para las relaciones entre Washington y Teherán", dijo al Courier.
Rafizadeh cree que la publicación del plan es parte de una estrategia de seguridad nacional más amplia, destinada a disuadir nuevas acciones por parte de Irán o reforzar las sanciones económicas, además de otras contramedidas directas. Preguntado sobre las motivaciones del régimen teocrático islámico para matar a Trump, el experto cita el papel del presidente electo en el restablecimiento e intensificación de las sanciones, que tuvieron un impacto económico "devastador" en Irán.
También según Rafizadeh, la administración Trump (2016-2020) adoptó políticas percibidas por Irán como antagónicas, como el asesinato del general Qassem Soleimani, uno de los jefes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el 3 de enero de 2020, y una campaña de máxima presión sobre Teherán. "Estas acciones fueron vistas por Irán como amenazas a su seguridad y a su influencia regional. Las represalias podrían estar motivadas por el deseo de reafirmar su propio poder o de advertir a los futuros líderes sobre los riesgos de adoptar políticas agresivas similares contra el régimen", añadió el profesor de Harvard.
Rocha Portal.
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