Los virus suelen asociarse con las enfermedades que causan en humanos y otros animales. Sin embargo, no todos son patógenos y pueden proporcionar servicios útiles a la ciencia, los investigadores descubren un mundo viral rico y diverso en las duchas y los cepillos de dientes, y esa es una buena noticia, los humanos no son los únicos que se bañan en agua caliente: una nueva investigación en Estados Unidos ha revelado que diversas comunidades de virus también habitan en las duchas del mundo.
La entidad reclutó a 200 científicos de 50 países para analizar 1.652 patógenos, aquellos que han sido definidos como con “potencial pandémico” son altamente transmisibles y virulentos, capaces de causar enfermedades graves en humanos, o no cuentan con vacunas ni tratamientos hasta la fecha.
“El enfoque utilizado aboga por un marco científico para mejorar la preparación para futuros brotes, emergencias de salud pública de importancia internacional (ESPII) y pandemias, centrándose en la investigación de virus y familias de bacterias, en lugar de patógenos individuales, que se consideran riesgos globales. También enfatiza la necesidad crítica de inversión en investigación, desarrollo e innovación a escala internacional”, dice el documento.
En la lista se incluyeron muchos patógenos, entre ellos el coronavirus, el virus mpox, la viruela común (aunque fue erradicada en 1980, la población ya no está vacunada contra la enfermedad) y varios tipos de influenza A (como la H5, que se propaga en los rebaños estadounidenses). ). Entre las bacterias se encuentran las que causan disentería, diarrea, neumonía, cólera y la que causa la peste bubónica, septicémica y neumónica.
Los virus del dengue, zika y chikungunya se encuentran en la lista específica para la región de las Américas, el texto señala que los patógenos que deben ser prioritarios son el Orthohantavirus sinnombrense y el Alfavirus venezolano (anteriormente conocido como hantavirus y virus de la encefalomielitis equina venezolana). Otras dos amenazas de bajo riesgo son el Mammarenavirus juninense (fiebre hemorrágica argentina) y el Orthobunyavirus oropoucheense (virus oropouche).
“La historia nos enseña que la próxima pandemia es una cuestión de cuándo, no de si ocurrirá. También nos enseña la importancia de la ciencia y la determinación política para mitigar su impacto. Necesitamos que se unan mientras nos preparamos para la próxima pandemia. Avanzar en nuestro conocimiento de los numerosos patógenos que nos rodean es un proyecto global que requiere la participación de científicos de todos los países”, afirmó el director general de la OMS.
En los baños estadounidenses, el equipo de Hartmann encontró más de 600 especies virales únicas que viven en los cabezales de ducha y en las cerdas de los cepillos de dientes. La diversidad era tanta que ninguna comunidad viral era igual a otra, en las duchas y en las comparaciones entre cepillos de dientes.
El estudio del grupo de Hartmann comenzó hace tres años y recibió el sobrenombre de "Operación Boca Sucia", ya que la idea inicial era investigar la antigua afirmación de que al tirar de la cadena del inodoro, una nube de coliformes fecales se esparce por todo el baño, contaminando objetos como los cepillos de dientes. Para los investigadores, esta afirmación probablemente no era cierta y la mayoría de las bacterias del cepillo de dientes provendrían de la boca del usuario.
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